Médicos austríacos, con la colaboración del Equipo Argentino de Antropología Forense, lograron identificar los restos del estudiante Jhosivani Guerrero de la Cruz, quien se suma a Christian Rodríguez Telumbre y Alexander Mora Venancio, los tres víctimas de la masacre de Ayotzinapa
Los restos de un tercer estudiante del grupo de los llamados 43 desparecidos de Ayotzinapa en septiembre de 2014 en el sur de México fueron identificados por médicos forenses de Austria con la ayuda del Equipo Argentino de Antropología Forense, según informó este martes la Fiscalía Especial para el caso.
“Podemos reportar con todas las instituciones del Estado mexicano involucradas en los hallazgos y traslados a la Universidad de Innsbruck, Austria, que la identificación es cierta de Jhosivani Guerrero de la Cruz”, dijo el fiscal especial Omar Gómez Trejo, en un mensaje leído en un video, difundido a la prensa internacional por la Fiscalía General de la República, según la agencia de noticias Sputnik.
La identificación de Guerrero se suma a la de Christian Alfonso Rodríguez Telumbre y Alexander Mora Venancio, otros dos estudiantes que habían desaparecido en Ayotzinapa y cuyos restos pudieron ser elaborados e identificados por el instituto de genética de la misma universidad austríaca.
La Fiscalía General de México decidió enviar a esa institución fragmentos óseos encontrados en el municipio sureño de Cocula, estado de Guerrero, para determinar si pertenecían a los jóvenes, cuya desaparición conmocionó al país y el mundo.
Ya durante el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), la Fiscalía dijo que tenía indicios para la identificación de Jhosivani Guerrero.
Hace siete años, el horror
En 2014, el grupo de estudiantes viajaba en cinco colectivos hacia una manifestación en conmemoración de una masacre estudiantil. En medio del trayecto, fueron atacados, algunas versiones sostienen que por un grupo criminal de la zona, otros dijeron que por fuerzas públicas, otros por ambos en connivencia.
Esta última versión sostiene que los 43 fueron atacados por fuerzas policiales y luego entregados al grupo criminal Guerreros Unidos, que, según confesiones de presuntos sicarios, los habrían asesinado.
Según la versión del anterior Gobierno mexicano -hoy rechazada por familiares y organismos de derechos humanos-, los restos de los 43 estudiantes fueron arrojados a un barranco conocido como La Carnicería, a 800 metros del río Cocula, tras ser calcinados en un basurero.
El caso de los estudiantes de una escuela de Ayotzinapa, estancado durante años, tomó un nuevo giro luego que el actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador, y la Fiscalía desecharan la llamada “verdad histórica” de lo que sucedió, con la que se pretendió cerrar el caso y según la cual la desaparición fue obra exclusiva de narcotraficantes.
El actual mandatario confesó semanas atrás que “Ayotzinapa es una espina clavada en el alma” y defendió las nuevas investigaciones.